La tortuga y la liebre.
(Tomado de La Culpa es de la Vaca 2, José
Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal Trujillo).
En alguna ocasión, Laura Botta, una rotaria que vive en
Misiones, Argentina, recogió este texto de Jim Rohn, un reconocido
conferencista norteamericano, que nos parece apropiado para este curso.
I
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era
la más rápida. Para dirimir el conflicto de opiniones, decidieron correr una
carrera.
Eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre
partió a toda velocidad y corrió enérgicamente durante un buen rato. Luego, al
ver que había sacado muchísima ventaja, decidió sentarse debajo de un árbol
para descansar unos momentos, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha.
Pero pronto se quedó dormida. La tortuga, que andaba con paso lento pero
constante, la alcanzó, la superó y terminó en punta, declarándose ganadora
indiscutible de la carrera.
Moraleja: Los lentos pero constantes y perseverantes,
también ganan la carrera.
II
Pero la historia no termina aquí, sino que prosigue...
La liebre, decepcionada por haber perdido, hizo un examen de
conciencia y reconoció su grave error de subestimar a la tortuga. Se dio cuenta
de que por presumida y descuidada había perdido la carrera. Si no hubiese
subestimado a su oponente nunca la hubieran podido vencer. Entonces desafió a
la tortuga a una nueva competencia. Esta vez la liebre corrió sin descanso
desde el principio hasta el fin y su triunfo fue contundente.
Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los constantes y
perseverantes.
III
Sin embargo la historia tampoco termina aquí...
Después de ser derrotada, la tortuga reflexionó
detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la
liebre en velocidad. De la manera como estaba planteada la carrera, ella
siempre perdería.
Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr
por una ruta distinta a la anterior. La liebre aceptó y corrió a toda
velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. La liebre no
sabía nadar, y mientras se preguntaba "¿qué hago ahora...?", la
tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó con su paso lento pero constante y
terminó la carrera en primer lugar.
Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva y
cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros
IV
Esta historia aún no termina...
Pasó el tiempo, y tanto compartieron la liebre y la tortuga
que terminaron haciéndose amigas. Ambas reconocieron que eran buenas
competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en
equipo.
En la primera parte la liebre cargó a la tortuga hasta
llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río a nado con la liebre sobre su
caparazón y, ya en la orilla de enfrente, la liebre cargó de nuevo a la tortuga
hasta llegar a la meta.
Como alcanzaron la línea de llegada en tiempo récord,
sintieron una mayor satisfacción que la que habían experimentado en sus logros
individuales.
Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener
fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar
con otras personas y potenciar recíprocamente las capacidades de cada uno, no
seremos completamente efectivos
Es importante advertir que ni la liebre ni la tortuga
abandonaron la carrera. La liebre evaluó su desempeño, reconoció sus errores y
decidió poner más empeño después de su fracaso. Por su parte, la tortuga, al
notar que la velocidad era su mayor debilidad, decidió cambiar su estrategia y
aprovechar su fortaleza como nadadora, en un nuevo recorrido. Después de varias
contiendas, la tortuga y la liebre descubrieron que unidas lograban mejores
resultados.
La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección
vital:
Cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a
competir contra una situación, no sólo complementamos capacidades, compensamos
debilidades, potenciamos nuestros recursos... ¡sino que también obtenemos
mejores resultados!
Todos tenemos carreras por delante, y hay muchas maneras de
ganarlas. Hay muchas liebres, muchas tortugas... ¡y muchas metas que
alcanzar!
Finalmente: No se reúna con un grupo fácil y conformista, no
le harán crecer. Vaya donde sean muy altas las exigencias y las expectativas de
desempeño.
AY K ATRAVERSE A SUPERARSE CADA DIA SOBRE PASAR ESOS OBSTACULOS K LA VIDA TE PONE
ResponderEliminark? ola k ace boluda.
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